Quedamos en benavides, donde siempre
los minutos pasan más pronto que los segundos
ya se acabaron las canciones de mi ipod
y conozco todos los colores de la manzana
mira, como me haces esperar.
Una llamada, un mensaje
mis piernas sin depilar
no decías hola, decías adiós
mi vestido nuevo, mis zapatos nuevos
mi peinado despeinado.
Al amanecer, como Piaf,
con el piano y los amigos
tus manos no me acompañaron esta vez
a pesar de ver sin ver
mis lentes, tus lentes
tus audífonos y los míos
mira ve, como me hiciste esperar.
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